—Como oÃs. Una bruja la maldijo y ahora duerme, y dormirá eternamente hasta que el amor verdadero llegue y la despierte.
Las voces volvieron a levantarse y yo me aparté con mis pensamientos.
Asà que una maldición, una bruja y el amor verdadero. Aquellas palabras las habÃa oÃdo muchas veces, tantas que carecÃan de valor para mÃ. HabÃa presenciado muchos desenlaces de cuento en mi camino, pero nunca me habÃa llegado a quedar el tiempo suficiente para ver lo que sucedÃa después. Sin duda, esta vez no pensaba irme sin comprobarlo.